Garralda

Este maravilloso fin de semana, en el que la climatologia ha dado bastante asco, me fui con la cuadrilla a Garralda, un pequeño pueblo del norte de Navarra, cercano a la muga con Francia (de ahi el no conectarme hasta el domingo. PERDON DAVID)
Nos fuimos alli, por que un colega tiene una casa alquilada para no tener que estar todo el día yendo y viniendo (45 km) desde Villava.
Como pasa siempre en esta cuadrilla, quedamos a las 7 en la soci pa hacer la compra. Pero a esa hora, no sabiamos ni cuantos ibamos, ni que ibamos a cenar, ni si teniamos camas pa todos, vamos en nuestra linea. Nos fuimos al Caprabo (bueno Eroski), y empezamos a comprar sin saber un numero fijo. Hicimos lo de siempre, mejor que sobre que no que falte. Empezamos a comprar sin tener menu fijo, y al final decidimos cenar el viernes unas tortillas de patata, y el sabado nos hariamos unas pechugas de pollo, con jamon serrano y queso, empanadas. De ahi nos fuimos a por cerveza, que parace que nos amamantaron con ella, y compramos 96.
Una vez realizada la compra, y sabiendo que ibamos 8, nos dirigimos a mi casa. Teniamos que coger unos colchones, de la habitacion de invitados y de la del ordenador. Los conseguimos cargar en la furgo y nos pusimos en marcha. A todo esto ya eran las 21 15.
Llegamos al pueblo, y parecía que habían rajado el cielo. QUE MANERA DE LLOVER. Descargamos todo y nos pusimos con la cena. Cerveza pa aqui, patata pa alla. Nos dieron las 12 sin cenar. Cenar y unos potes jugando a cartas.


El sabado a la mañana, anduvimos por la selva del irati. Dimos un paseo dando la vuelta al pantano, y de ahi nos fuimos a comer por ahi. Las pechugas se quedaban para la noche. Nos clavaron 16 eurazos por 25 macarrones, contados por tres personas distintas, y una suela de zapato a la que llamaban filete. Ah, y un cafe que lo habían colado con un calcetín usado, que si por lo menos hubiese estado sin usar.....
Nos fuimos hacia la casa un poco decepcionados, a preparar las pechugas y beber unas "galimbas"(cervezas). Cenamos tranquilamente, y nos fuimos a buscar a las lugareñas, al bar del pueblo. No habia demasiada gente, pero un ambiente muy castizo. La gente era muy de pueblo y muy amables, a excepción de dos gilipollas, que trataban de amargarnos la fiesta. No les hicimos caso y la cosa no fue a mayores. Cubata va, cubata viene y a las 4 de la mañana nos echan con una mortaja importante. Llegamos a casa y al sobre a dormirla. Otra vez mas, SOLOS.
El domingo amanecio nevando y con un poco de resaca. Recogimos la casa, y vuelta a la nuestra a comer. El que pudo...